Mis días sin ella

Por: Luis Gerardo Henríquez G.

Recuerdo que ese día hacia mucho calor en una ciudad fría, el cielo estaba  despejado y soleado y esto hacia que ella se viera aun más bella, su cabello largo y negro brillaba con la luz del día, sus ojos eran dulces como un turrón de azúcar y sus labios me hacían soñar con sus besos. Desde ese día solo quise pensar en ella anhelando volver a verla.

 Y así empezaron mis días junto a ella. Cada instante, cada momento era un sueño  del que nunca hubiera querido despertar.

Aun recuerdo el camino de mi casa a la suya como si ella fuese el destino que me esperaba con una sonrisa que alegraba mi vida.

Desde entonces todo cambio, ya no quise ser el de antes por que ella lo era todo para mi y sentía que no necesitaba nada mas para vivir. Pero como todo cuento acaba y nada puede ser perfecto el mundo que intente construir junto a ella se desmorono como un castillo de arena al cual lo azota una fuerte brisa.

Ahora los días son diferentes ya la luz del sol no alegra mi vida como antes, mis prioridades cambiaron, desde entonces empecé a pensar solo en mí y en un futuro mejor pero ya sin ella.

Empecé una nueva vida de nuevo sin ella a mi lado. Ahora los momentos felices los paso en la universidad junto a mis amigos y mi familia en los cuales me refugie para ahogar mi soledad.

Me he concentrado en mi carrera con el propósito de ocupar mi mente y no recordarla para salir adelante y tener un mejor futuro lleno de éxito.